Publicado: 06/09/2019
DIF Jalisco capacita a psicólogos en Inteligencia Emocional

Integrantes de la Red de Psicólogos del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) Jalisco y DIF municipales, presenciaron la conferencia “Inteligencia Emocional para la Vida”, como parte de su capacitación mensual, cuyo objetivo fue otorgar herramientas prácticas para identificar, manejar y expresar las emociones, tanto en su vida personal como profesional.

La especialista Norma Elizabeth Ramírez Segovia, psicóloga clínica con doctorado en Ciencias del Desarrollo Humano, señaló que la ciencia ha demostrado que cada persona maneja en promedio 100 emociones al día, por lo cual, al final de cada jornada, la cantidad de estímulos positivos o negativos que se generaron, determina su estado emocional. 

“La inteligencia emocional es la capacidad de empatizar con el otro, de generar compasión por el otro, pero principalmente de tener un dominio en mí mismo. Para ser inteligente de manera emocional, el punto número uno es que tú seas capaz de dominarte a ti mismo”, expresó Ramírez Segovia, a los 200 psicólogos que recibieron la capacitación.  

Las emociones son reacciones fisiológicas que comparten tanto animales como seres humanos, que se generan a partir de un agente externo, y que se expresan a partir de un lenguaje no verbal. No duran más de tres minutos, y si la persona no es capaz de controlarlas, estas pueden transformarse en sentimientos que llegan a afectar su vida familiar, social o laboral. 

“Aquí todos somos colegas y todos trabajamos con las emociones, pero principalmente todos somos seres humanos y vivimos las emociones. Ese descubrimiento que tiene tu paciente, lo tienes tú, todos los días, contigo mismo, porque no dejamos de ser seres humanos. Y a veces nosotros, como especialistas en la salud mental, somos más exigidos a una respuesta positiva en las emociones”, afirmó. 

La especialista recomendó a las y los psicólogos reconocer las emociones orgánicas de sus pacientes, como tristeza, alegría, temor, desagrado o furia, para poder ponerles nombre y a partir de ahí poder trabajarlas.